Si gustas de los animales, insectos o eres un amante de la naturaleza, no te puedes perder el siguiente articulo, donde hablaremos de un genial destino en Machu Picchu que lamentablemente no tiene la difusión que se merece, nos referimos al Mariposario de Machu Picchu. En el siguiente artículo te contaremos cómo llegar, precio, qué es lo que encontrarás y todo la información para convencerte de visitar este lugar si planeas visitar Cusco y Machu Picchu.
Cuando uno piensa en Machu Picchu, lo primero que le viene a la mente son sus majestuosas ruinas incas. Pero hay un rincón mágico, menos conocido, que ofrece una conexión directa con la naturaleza viva del santuario: el Mariposario de Machu Picchu, también conocido como Wasi Pillpi, la «casa de las mariposas».
Por este motivo, el equipo de TurismoenCusco ha decidido escribir este artículo donde te contaremos todo sobre el Mariposario de Machu Picchu y porque es un destino imperdible para todo amante de la naturaleza al que debes darte una escapada si planeas visitar la ciudadela Inca de Machu Picchu.
¿Qué es el Mariposario de Machu Picchu?
Ubicado dentro del Parque Nacional de Machu Picchu, el mariposario es mucho más que un simple atractivo visual: es un centro de investigación y conservación con más de 14 años de trabajo dedicado al estudio biológico y al seguimiento de mariposas nativas de la región. Allí se estudian cuidadosamente las plantas hospederas, los ciclos de vida y los mecanismos de defensa de estas fascinantes criaturas.
Durante una de mis visitas, el propio Leonardo Serrano, uno de los fundadores del centro, nos explicó que el proyecto nació en 2006 gracias a un grupo de voluntarios comprometidos con la flora y fauna local. Desde entonces, el equipo ha identificado y documentado más de 377 especies distintas, de las cuales 100 son endémicas del área de Machu Picchu.
Ubicación y cómo llegar al Mariposario
El Mariposario de Machu Picchu se encuentra en el sector de Aguas Calientes, a tan solo 15 a 20 minutos caminando desde el centro del pueblo. El sendero que lleva hasta allí es accesible, rodeado de vegetación exuberante y forma parte de una ruta de turismo ecológico que incluye también el Museo de Sitio de Machu Picchu y la Catarata de Mandor.
Recuerdo claramente el día en que emprendimos el recorrido a pie desde el hotel en Aguas Calientes. Salimos temprano, con bloqueador y repelente en mano, y disfrutamos de un camino repleto de sonidos de aves y el susurro del río Urubamba. La expectativa crecía a cada paso.
Recomendación clave: compra tus pasajes de tren con anticipación si vienes desde Cusco, ya que es una ruta altamente demandada y muchos turistas se quedan sin asiento por no planificar a tiempo.
La biodiversidad del mariposario: un paraíso de mariposas
Lo que hace verdaderamente especial al Mariposario es su enorme riqueza biológica. Allí se pueden observar de cerca más de 15 especies en proceso de crianza y hasta 6 especies activas en el área de vuelo. Desde la icónica mariposa monarca hasta especies que simulan hojas secas o serpientes como mecanismo de defensa, cada rincón del lugar es una clase viva de biología y adaptación evolutiva.
Durante la visita, verás el ciclo completo: huevos, orugas, crisálidas y mariposas adultas. Me impactó especialmente conocer que algunas mariposas viven apenas tres días, mientras que otras pueden llegar a vivir dos meses. En el laboratorio del mariposario, incluso puedes observar mariposas recién emergidas desplegando sus alas por primera vez. Es un espectáculo íntimo y conmovedor.
Además, me llamó la atención el uso estratégico de plantas hospedantes: cada oruga necesita una planta específica para desarrollarse correctamente. Esto hace que el centro también se convierta en un espacio de educación botánica.
Importancia de la conservación y educación ambiental
Lo más admirable del mariposario es su función educativa y ambiental. No es un zoológico ni una atracción decorativa: es un esfuerzo serio por preservar especies vulnerables y restaurar el equilibrio natural que muchas veces alteramos con nuestras actividades humanas.
Conversando con Leonardo, entendimos que el objetivo del proyecto es también crear conciencia ecológica desde temprana edad. Muchos de los visitantes son familias con niños que tienen la oportunidad de interactuar con mariposas vivas y aprender el valor de proteger su hábitat. El mensaje es claro: “No podemos traer más personas al mundo si no cuidamos el planeta”.
Como guía turístico, me resulta gratificante ver cómo los viajeros salen transformados de este lugar, con una mirada renovada sobre la naturaleza y su fragilidad.
Experiencia del visitante: qué esperar durante la visita
La visita tiene una duración aproximada de 20 a 30 minutos. Todo el recorrido se realiza acompañado por un guía intérprete del centro, quien explica paso a paso el proceso de crianza, los tipos de defensa de las mariposas, y la importancia de su conservación.
Una de las partes más fascinantes es el área de vuelo, donde las mariposas vuelan libremente entre flores y frutas dispuestas para alimentarlas. Es común ver colibríes rondando, y en ocasiones especiales, otras aves coloridas que se acercan a alimentarse del entorno creado en armonía.
Un dato curioso que aprendí allí es que muchas mariposas tienen colores vivos como advertencia de toxicidad, mientras que otras imitan ojos de búhos o serpientes para ahuyentar depredadores. Esta es una clase magistral de adaptación natural.
Costo de entrada: 20 soles o unos 6 dólares americanos aproximadamente (precio realmente simbólico y económico para todo el valor que ofrece). El horario es de lunes a domingo, de 8:30 a 17:30.
Consejos prácticos para tu visita al mariposario
Visitar el mariposario a primera hora (desde las 8:30 a.m.) te permite disfrutar del vuelo activo de las mariposas sin multitudes.
Aplica bloqueador solar, usa repelente para mosquitos y lleva agua. Viste ropa ligera pero de manga larga para protegerte del sol y los insectos.
Los perfumes y cremas con químicos pueden afectar a las mariposas. Lo mejor es evitarlos el día de tu visita.
El polvo en sus alas es parte de su defensa natural. Tocarlas puede dañar gravemente su capacidad de sobrevivir.
El costo de ingreso (00 soles) ayuda a mantener el proyecto. Cada visita contribuye a la preservación de especies nativas.
Desde nuestra experiencia, este es uno de los mejores lugares en todo Cusco para experimentar un turismo educativo, accesible y profundamente significativo.
Un excelente destino si te gusta la naturaleza y quieres aprender sobre la biodiversidad de la zona
El Mariposario de Machu Picchu es mucho más que una parada bonita en tu ruta hacia la ciudadela inca. Es una ventana a la biodiversidad andina, un aula viva y una llamada urgente a proteger lo que aún tenemos. Personalmente, cada vez que lo visito, salgo con una sensación de paz y responsabilidad renovada.
Ya sea que viajes solo, en pareja, con amigos o en familia, haz que el Mariposario forme parte de tu itinerario en Machu Picchu. No solo estarás disfrutando de un espectáculo natural inolvidable, sino también contribuyendo directamente a un proyecto de conservación vital para el ecosistema del Cusco.
Sin duda, un excelente destino ideal para visitar con niños y toda la familia para disfrutar y aprender al mismo tiempo. Nuestro equipo ha visitado el lugar en algunas ocasiones y no podemos más que recomendarlo a todos los que vayan a visitar Machu Picchu, dudamos que se vayan a arrepentir.